domingo, 20 de marzo de 2016

Proceso de selección y algún consejo

“Why do you go away? So that you can come back. So that you can see the place you came from with new eyes and extra colors. And the people there see you differently, too. Coming back to where you started is not the same as never leaving.” Terry Pratchett, A Hat Full of Sky
Terry no podía tener más razón al decir ésto. Volver a donde todo empezó hace que apreciemos cada uno de los días pasados desde ese momento. Y a mí ahora me quedan 134 días.
Como explico brevemente en la presentación, este blog será la vía a través de la cual os podré contar mi experiencia allí, y sobre todo ayudando a futuros becados, pues sé que cuando todo empieza es difícil saber qué hacer.
Así que, como primer post, me gustaría daros algún consejo a los que tengáis pensado presentaros, y contar cómo fue el proceso de selección.
En primer lugar, la beca que me fue otorgada fue la de la fundación Amancio Ortega. Se reservan 80 becas a Galicia, y 420 al resto de comunidades autónomas. El proceso de selección es el mismo para ambos, así que aunque yo sea gallega y vosotros de otras comunidades, la información será la misma.
Una vez que te presentas, lo primero que tienes que hacer es seleccionar a dónde ir, Estados Unidos o Canadá. Dedicaré mi próximo post a esto, porque no es fácil tomar la decisión (una vez que decidas a donde ir, no podrás cambiarlo). Los requisitos para presentarse no son demasiado exigetes: un 7 como mínimo de media en 3º de la ESO y un 8 como mínimo en inglés. Eso sí, debo advertiros de que es raro que escojan a gente con media inferior a 8,5, aproximadamente. Y otro factor a tener en cuenta es la renta, pues cuenta hasta un 60%, con lo que las probabilidades varían mucho en función de la persona.
Todos los que cumplan los requisitos deben hacer un examen, que en el caso de los gallegos fue en Santiago de Compostela. No os voy a engañar: no es excesivamente difícil. La gente tiende a pensar que va a ser imposible, y nada más lejos de la realidad; eso sí, es un examen en el que hay que demostrar que se sabe mucho, porque al fin y al cabo eso influirá en gran medida a la hora de evaluar.
Cuando hice el examen me pareció imposible la idea de pasar a la siguiente fase. Eran varios turnos en 3 días, y solo en el mío debía haber unas 100 personas, o más. Los días anteriores a la publicación de la lista de seleccionados fueron de los más difíciles para mí, pero tenía la corazonada de que iba a pasar (para que veais mi caso, tenía un 9,5 de media y un 10 en inglés). Y cuando salió la lista y vi mi nombre metí tal grito que toda la clase se asustó. Es difícil de explicar el sentimiento, pero tenía el corazón que me salía del pecho. La segunda fase era una entrevista oral. Debíamos preparar una exposición de 3 minutos en inglés y después contestar unas cuantas preguntas. Mucha gente cree que aquí valorarán únicamente tu nivel de inglés, pero tienen mucho en cuenta tu madurez. Una persona incapaz de afrontar 10 meses en el extranjero, empezando de 0, tendrá muy pocas probabilidades de pasar.
Y por último, llegó el día la lista deifinitiva. Ahí sí que ya ni corazonada ni nada, solo los nervios que me impidieron dormir esa noche. Pero cuando abrí la lista y vi mi nombre me cayó el mundo encima. El 99% de mí empezó a gritar de la emoción, mientras todos mis compañeros me felicitaban. El 1% restante no dijo nada, solo procesaba que me iba a marchar 10 meses.
¿Qué puedo deciros a los que tengáis pensado presentaros? Os confesaré algo: hasta el día que me dieron la beca, tenía casi decidido que si me era otorgada, la rechazaría. Y era una certeza; me aterrorizaba el hecho de dejar a todos mis seres queridos aquí. Pero en el momento en que leí mi nombre supe que no podía decir que no; llevaba luchando por esto 2 años, y no podía echar todo a perder. El hecho de decir "no voy a ir si me la dan" era una excusa para no enfrentarme a lo que me he tenido que enfrentar desde aquel día: el hecho de que me marcho. Así que, a lo que me refiero es a que es normal tener miedo. No creáis que sois raros por ello; yo lo tenía y aquí estoy. Mi recomendación, si dudáis entre si presentaros o no, es que lo hagáis. Si no estáis capacitados para ir ya se encargarán los responsables de los exámenes de verlo, pero si en el fondo lo estáis y no os presentáis, estaréis perdiendo una oportunidad única. No tengáis miedo de no pasar, de no conseguirlo; nunca sabéis qué puede pasar.
“The purpose of life is to live it, to taste experience to the utmost, to reach out eagerly and without fear for newer and richer experience.” Eleanor Roosevelt

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